PALENCIA
La Semana Santa en Palencia destaca por su elegancia, silencio, sobriedad, sencillez y solemnidad.
Las celebraciones están dirigidas por nueve cofradías que forman la Hermandad de Cofradías de Palencia. Participan más de 5500 cofrades y 37 imágenes.
Tanto la Cofradía de la Vera Cruz como la del Santo Sepulcro se disputan la primacía en la antigüedad de las Cofradías palentinas de las que se conserva documentación desde el siglo XVI.
La Cofradía de la Vera Cruz Durante muchos años se creyó había sido fundada por San Vicente Ferrer en 1415 aunque estudios recientes han revelado que fue fundada en el siglo XIII fuera de la capital palentina. No obstante, el comienzo de una actividad relativamente regular documentada no se dará hasta el siglo XVI, concretamente en 1519. Su aportación de imágenes a la Semana Santa palentina es la más amplia ya que sacan a la calle catorce pasos, algunos propios y otros que toman prestados de los PP. Dominicos y de las Dominicas del Convento de la Piedad.
La Cofradía del Santo Sepulcro fue fundada en 1407 como Cofradía de San Francisco no conservándose testimonio alguno de actividad hasta que en 1563 fue refundada por el escribano Melchor de Cisneros. Con siete pasos y una talla que no procesiona pero que es usada en la Función del Descendimiento es la segunda congregación con más pasos, todos ellos de su propiedad.
La tercera Cofradía en antigüedad sería la de Nuestro Padre Jesús Nazareno fundada en 1604, esta Cofradía procesiona con un habito casi idéntico al que llevaba en el siglo XVII. Esta Cofradía conserva en la actualidad los pasos más antiguos, teniendo en la actualidad 6 pasos.
La ultima Cofradía llamada histórica seria de la Soledad, fundada en 1657. Es propietaria del paso de la Soledad. Su habito es quizá el más original porque, aunque no lleven capa, la prolongación hacia atrás de su túnica crea una cola en imitación a la de su imagen titular.
Estas Cofradías mantuvieron las Semana Santa palentina durante los siglos XVII y XVIII. En el siglo XIX sufrieron considerablemente, con penurias económicas y de otra índole, pero a pesar de ello se pudieron mantener hasta nuestros días.
Después de la Guerra Civil, se produjo otro impulso con la fundación de nuevas Cofradías, así hasta llegar al siglo XXI.
En 1934 se funda Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. Posee dos pasos
En 1943 se funda Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia. Posee un paso.
En 1953 se funda la Cofradía penitencial de Nuestro Padre Jesús Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa. Posee dos pasos.
En 2003 se funda Hermandad Franciscana de la Virgen de la Piedad. Posee dos pasos.
Y en 2008 se funda la última de las Cofradías penitenciales de Palencia: Hermandad de la Sentencia. Posee un paso.
Los 37 pasos de Palencia poseen gran calidad artística. De esos 35, 27 pertenecen a las tres cofradías más antiguas (Jesús Nazareno, Santo Sepulcro y Vera-Cruz). La imaginería de Palencia suele seguir la estética de la escuela castellana, más bien realista y con algunas variantes de idealismo academicista y patetismo barroco. Algunos de los escultores son: Víctor de los Ríos, Ramón Núñez, Alejo de Vahía.
Los pasos con grupos escultóricos de escenas suelen ser llevados con ruedas, no ha si los pasos de una sola figura que son llevados a hombros.
En total son 17 procesiones repartidas entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección.
Destaca la Borriquilla, el desfile de los más pequeños; la procesión de Los Pasos en Viernes Santo, con la emotiva despedida entre Jesús Nazareno el Viejo y su madre, la Virgen de la Amargura, acercándose lentamente y con un suave balanceo hasta arrodillarse frente a ella antes de volver a su capilla; la función de «El Descendimiento» -el mismo día-, recuperada en 2003 y que data, al menos, del siglo XVII; o el «Rompimiento del Velo», que pone el broche final a la Pasión a cargo de los niños que en la próxima primavera harán la Comunión, que quitan el velo a la Virgen mientras los cofrades se retiran el capillo dejando ver su rostro
En la ciudad existe una tradición única en las grandes celebraciones de la Semana Santa en España y es que desde el siglo XIX todas las cofradías desfilan en todas las procesiones, aunque cada día la organización de la procesión depende de una hermandad, teniendo derecho el resto de cofradías de desfilar. La Cofradía organizadora es la que dispone el orden de la procesión.
La Semana Santa de Palencia tiene varias peculiaridades como:
El "tararú" Su nombre es la onomatopeya del sonido que realiza el "trompetero" con una corneta larga de tipo militar y desde 1995 con la incorporación de la corneta heráldica, que es una corneta recta de 1 metro de largo y que la mayoría de los trompeteros son las que ahora usan. Es un sonido muy característico, ya que se alarga tanto como pueda el cofrade que lo toca, llegando a acercarse a veces al minuto de duración. Este especial sonido, hace que en algunas ocasiones y especialmente los niños, llamen a los penitentes en Palencia "tararús". El tararú parece evocar a las trompetas romanas que anunciaban las condenas.
Saludo de estandartes. Cuando se cruzan dos estandartes de distintas cofradías se realiza un saludo como signo de respeto y hermandad. El gesto consiste en que los hermanos que los portan los inclinan a un tiempo a ambos lados de sus mástiles. Además de este saludo, cuando una imagen regresa o abandona una iglesia, todas las enseñas de las cofradías se inclinan ante ella en señal de respeto.
Llamada de Hermanos: Tradicionalmente, la noche antes de la procesión principal de una hermandad, un grupo de cofrades recorría las calles de la ciudad llamando a las puertas de sus hermanos para recordarles el evento. Actualmente la llamada de hermanos se sigue realizando gracias a cofradías como la de la Vera Cruz, que la han mantenido durante años. En su versión moderna, esta tradición se realiza llamando a las puertas de distintas iglesias de la ciudad.
Redención de un preso: Acto que, como en otros tantos lugares en España, consiste en la conmutación de una pena a un preso que le quede menos de un tercio y no tenga delitos de sangre. Normalmente el preso desfila en la procesión del Indulto el Jueves Santo como penitente en señal de agradecimiento.
Y la Semana Santa se despide en Palencia en las cofradías con la degustación de la «colación», una tradición que consiste en pan de anís y limonada para reponerse del esfuerzo de los hermanos durante los actos penitenciales de la Pasión.
Javier Velázquez López
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